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El primer evento cultural viral

  • Foto del escritor: Popio News
    Popio News
  • 26 feb
  • 4 Min. de lectura

LA MUERTE DE SUPERMAN

Escrito por Em~ 26 de febrero 2025


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En la temporada navideña de 1992, el mundo recibió una noticia que parecía imposible: Superman estaba muerto.


Pero esta decisión no surgió de la nada, sino de una negociación editorial que cambió el rumbo del personaje. En ese momento, Superman estaba destinado a casarse con Lois Lane, pero la jefa editora de DC Comics, Jenette Kahn, decidió posponer la boda para que coincidiera con la adaptación televisiva Lois & Clark: The New Adventures of Superman, lo que dejó a los escritores sin un rumbo claro. Durante una reunión creativa, frustrados por no poder avanzar con la historia que habían planeado, uno de los guionistas, Jerry Ordway, comentó en tono de broma: “¿Por qué no simplemente lo matamos?”. Lo que comenzó como una ocurrencia irónica pronto se convirtió en la decisión editorial más impactante en la historia del cómic, dando origen a The Death of Superman, un evento que sacudiría a toda la industria y marcaría un antes y un después para los superhéroes en la cultura pop. 


Así empezó todo


Antes de la batalla final, DC presentó a Doomsday de forma progresiva y misteriosa hasta que finalmente escapó y desató el caos. Un detalle curioso en The Death of Superman fue su estructura visual: al inicio, cada página tenía cuatro paneles, luego tres, después dos, hasta que en Superman #75, cada página mostraba un solo panel, haciendo que la batalla final se sintiera épica y cinematográfica. 


Superman (Vol. 2) # 75 en 1992
Superman (Vol. 2) # 75 en 1992

Mientras el caos se desataba con la llegada de Doomsday, Superman no estuvo presente en el primer enfrentamiento. En ese momento, Clark Kent se encontraba en una entrevista televisiva, mientras la Liga de la Justicia de América fue la primera en responder a la amenaza. Sin embargo, este no era el equipo más poderoso de la historia de la Liga. A pesar de su valentía, fueron completamente superados por la fuerza bruta de Doomsday, quien los derrotó con facilidad, dejando a varios de ellos gravemente heridos. Booster Gold, aturdido tras ser golpeado con brutalidad, fue el primero en pronunciar el temido nombre del villano: “Es como si la muerte misma hubiera llegado”. 






En medio de la destrucción, se introdujo a Mitch, un personaje clave en la historia. Este adolescente era un típico chico rebelde. Cuando Doomsday arrasó con su vecindario, la casa de Mitch quedó en ruinas, dejando a su madre y a su hermano pequeño atrapados entre los escombros. Superman llegó justo a tiempo para salvarlos y la historia de Mitch sirvió como un reflejo de lo que Superman significaba para la gente común y cómo su sacrificio trascendía más allá de la batalla. 


La batalla final entre Superman y Doomsday llevó a los dos combatientes hasta las calles de Metrópolis, donde cada golpe destrozaba edificios y sacudía la ciudad. Con su último esfuerzo, Superman logró detener a la bestia justo frente al Daily Planet. Con los ciudadanos aterrados observando, y Lois Lane a su lado, Superman lanzó un último y devastador golpe, acabando con Doomsday pero cayendo junto a él. En los brazos de Lois, con Jimmy Olsen capturando el momento en su cámara, Superman exhaló su último aliento, dejando a Metrópolis, y al mundo entero, en un silencio absoluto. 


La vida después de la muerte 


La muerte de Superman trascendió los cómics y se convirtió en un fenómeno cultural. Medios como The New York Times y USA Today trataron la noticia como si fuera la muerte de una celebridad, mientras noticieros y programas de radio debatían si era apropiado “matar” a un ícono de la infancia. 


El público reaccionó en masa: las tiendas de cómics se llenaron con largas filas para conseguir Superman #75, y la edición de portada negra se volvió un objeto de colección. Más allá de lo comercial, el impacto emocional fue real: niños lloraban y adultos sintieron que parte de su infancia desaparecía con el Hombre de Acero. 


La muerte de Superman desató un fenómeno inesperado: los especuladores, fanáticos y coleccionistas que compraban masivamente Superman #75 y ediciones especiales, creyendo que su valor aumentaría con el tiempo. DC Comics aprovechó la fiebre lanzando múltiples versiones del cómic con portadas variantes, hologramas y embalajes especiales, alimentando la ilusión de una inversión segura. 


Sin embargo, con el tiempo, los precios se desplomaron y las tiendas quedaron llenas de copias sin vender. Los especuladores, atrapados con cómics que ya no valían lo esperado, comprendieron que habían caído en una estrategia de marketing. Fue una lección dura: el verdadero valor de un cómic no siempre está en su rareza, sino en su historia. 


The end


La muerte de Superman en 1992 marcó un antes y un después en la historia del cómic y la cultura popular. Sin Internet como lo conocemos hoy, el impacto fue tan masivo que colapsó tiendas de cómics, llenó titulares de medios y generó largas filas de fans ansiosos por conseguir Superman #75. La noticia se esparció rápidamente por televisión, radio y prensa, alcanzando una repercusión similar a la de un trending topic global actual. 


Aunque no existían redes sociales, el evento demostró cómo una historia podía volverse viral de forma orgánica. Fue la primera vez que un cómic trascendió a tal nivel, uniendo a generaciones en una conversación global. Con su muerte, Superman inauguró la era de los eventos culturales virales, mucho antes de que existieran las plataformas digitales. 

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